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Ascensorista de Guardia


Sí, pudiera ser enfado.

No lo sé
quizás sea desasosiego, sueño, el calor
quizás que el trabajo se atranca,
que las averías se empecinan,
que andamos de sobrecarga.

Pudiera ser, ¡qué se yo!, el verano,
o que andamos ya cansados.
pudiera ser, simplemente enfado,
contra nada,
ni contra nadie,
ni contra mí siquiera,
o contra todo,
contra todos,
contra mí incluso,
que parece algo distinto
pero en el fondo es lo mismo.

Sea lo que sea
hoy tengo uno de esos días
en que,
a falta de otra energía,
tiro de mi enfado,
tiro de mi rabia
y de los vestigios de amor propio
hasta que ese maldito ascensor
empiece a girar en condiciones
por sus santos cojinetes.

Soy ascensorista, ascensorista de guardia… en un día de cabreo.

…día del padre.

Mi padre se llamaba José y le gustaba la carpintería  (que nadie se confunda, yo ni hago milagros ni me llamo Jesús).  Y, aunque resulte obvio, me apetece contar que todos los ascensoristas somos hijos de alguien y, en ocasiones, padres…

Todo movimiento es bello

Ignoro el origen y la autoría de esta frase, que en algún momento, no sé ni quién ni cuándo, me citaron para definir qué era la danza contemporánea.