Ordenar:
1. Colocar algo o a alguien de acuerdo con un plan o de modo conveniente.
Diccionario de la Lengua Española
Entre el orden y yo existe una relación dialéctica, o, por andar con menos rodeos, soy desordenado, lo confieso; sin embargo, me gusta tener la mesa despejada, la cabeza en su sitio, cada archivo en su carpeta, cada proceso definido, cada tornillo bien apretado, cada esquema indexado.
El orden es una cumbre entre dos abismos: el caos y los trastornos obsesivos. Se me da mal esta escalada. Lo mío es más bien un «medio-orden» más cercano a los vicios conocidos que a las virtudes deseables; sin embargo, me gusta cuando hay un tiempo para cada cosa y cada cosa llega a su tiempo y la faena está documentada, y lo importante va por delante de lo urgente y tengo claro qué hemos hecho hoy y sé lo qué vamos a hacer mañana.
Visto lo visto, ¿qué alternativa tengo? Hago una vez más, propósito de enmienda
y me propongo mejorar, y poner coto a la entropía, y dejar escrito lo que presiento que voy a olvidar y poner cada herramienta en su sitio, y revisar lo que en el coche llevo de menos y de más y listar lo que está pendiente y priorizar lo que corresponda y ver de qué manera nos podemos organizar…
No tengo más remedio, a fin de cuentas, ser desordenado, requiere de mucho tiempo.
Soy ascensorista, ascensorista de guardia, tratando de ordenar mis pensamientos.