Platero es pequeño, peludo, suave;
tan blando por fuera, que se diría todo de algodón…
No soy pequeño,
ni peludo,
ni suave,
ni blando por fuera,
lo de ser un poco burro, no podría descartarlo
y por eso, sin venir a cuento, comienzo este particular diario, con Platero.
No soy Juan
ni Ramón
ni Jiménez
lo de ser un gran poeta, está completamente descartado.
y por eso, como si fuera un cuento, comienzo este blog particular
con algo de fantasía
con pocas rimas
con malos versos
con muchas emociones
con pronóstico incierto
y una ilusión:
Contar, contar hasta donde pueda, algo de mi oficio.
Compartir lo que soy, lo que somos,
Quizá, porque si logro contarlo
vosotros, vosotras y yo
sabremos algo,
algo más de mí,
de nosotras y nosotros,
de lo que hacemos,
de quiénes somos.
Es cierto, perdonad,
no lo he dicho,
soy ascensorista
ascensorista de guardia,
a su servicio.