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Ascensorista de Guardia


Poco presentable

Hay días en los que la sed
es metáfora de ansia fiera, anhelo, o expectación ilusionada
sed de venganza,
sed de esperanza,
sed de ti.

Hay días que el calor es sinónimo
de grata compañia, cobijo prieto y amor apasionado
sentir el calor del público,
sentir el calor de un abrazo
sentir tu calor,

Pero hoy no.
Hoy la sed en una lengua rasposa lijando la teja del paladar
y el calor una llama sobre la piel cuarteada
y voy de polvo y grasa hasta las orejas,
y apesto a sudor,
y el hierro pesa,
y la sangre se espesa,
y no corren ni el aire ni las horas,
y tengo en el pantalón un tremendo siete,
y las botas como tizones de brasa y gris ceniza.

Hoy no,
hoy no soy puro ascensorista sino, más bien,
un ascensorista en estado bruto…
muy bruto, créame.
Zarrapastroso ascensorista de guardia,
a su servicio… en un penoso estado de conservación.
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Un elefante en el ascensor…

Lo cierto, para qué vamos a engañarnos, es que tengo una de las mejores colecciones de errores profesionales que son ineludiblemente personales.

¡Gloria!

Fue en 1998, de eso estoy seguro, hacía frío, creo que lloviznaba, no podría jurarlo. La noticia nos la trajo la radio. «Fallece en Madrid la poetisa Gloria Fuertes…» a la edad de no-sé-cuantos-años…

Ser en plenitud

No doy por buena una chapuza, ni me conformo con la mediocridad; sin embargo, la perfección me parece estéril e inhóspita…