No lo sé
quizás sea desasosiego, sueño, el calor
quizás que el trabajo se atranca,
que las averías se empecinan,
que andamos de sobrecarga.
Pudiera ser, ¡qué se yo!, el verano,
o que andamos ya cansados.
pudiera ser, simplemente enfado,
contra nada,
ni contra nadie,
ni contra mí siquiera,
o contra todo,
contra todos,
contra mí incluso,
que parece algo distinto
pero en el fondo es lo mismo.
Sea lo que sea
hoy tengo uno de esos días
en que,
a falta de otra energía,
tiro de mi enfado,
tiro de mi rabia
y de los vestigios de amor propio
hasta que ese maldito ascensor
empiece a girar en condiciones
por sus santos cojinetes.
Soy ascensorista, ascensorista de guardia… en un día de cabreo.