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Ascensorista de Guardia


Solemnes promesas

Para iniciar de forma correcta el solemne acto invítese al equipo a generosa comida y bebidas espirituosas. Tras ello, y ya en distendida confraternidad, los y las ascensoristas, con la mano puesta en el pecho (propio) , procederán a la renovación de sus promesas:

¿Prometéis rescatar a dama, caballero o animal en apuros que, por infortunio o avería, quedara o quedase  atrapado en un ascensor sin hacer discriminación alguna por razón de sexo, edad, procedencia o religión?      

Sí prometemos

¿Prometéis no medir la tensión con los dedos, no usar el aceite hidráulico para aliñar el almuerzo, no quedar colgado, no caerse ni del guindo ni de techo de cabina ni del andamio,  vivir con las botas puestas, no usar el arnés de seguridad como lencería erótica, ni el casco de orinal tanto si es el propio como si es ajeno?    

Sí prometemos

¿Prometéis que con quien compartáis hueco no haya mucho roce si no es de mutuo acuerdo, no puentear al oficial, no putear al subalterno y velar por la salud de quien venga tras vosotros para mantener o reparar el ascensor que hayáis tocado?   

Sí prometemos

¿Prometéis preferir la maña a la fuerza, la puntería al boleo, el esquema al garabato, el alicate a los dientes, la cinta métrica al palmo y el viernes a los lunes?      

Sí prometemos

¿Prometéis enseñar a quien desee aprender, estudiar cuanto ignoráis, preocuparos más por la incompetencia que por la competencia, preguntar cuando sea oportuno y callar cuando sea necesario?      

Sí prometemos

Si el estado de la concurrencia lo permite, a criterio del oficiante, pueden recitarse las siguientes invocaciones a todos los patronos protectores. A cada invocación los asistentes contestan al unísono y con devota intención «velad por nosotros«

Benditos magnetotérmico y diferencial.

Velad por nosotros

Barandilla de techo y sistema anticaídas

Velad por nosotros.

San Polipasto y Quinal

Velad por nosotros

Acuñamiento y Limitador

Velad por nosotros

Interruptor principal y Serie de seguridad

Velad por nosotros.

Relé térmico y Guardamotor

Velad por nosotros

Protector de polea y Mando de revisión

Velad por nosotros

Teléfono permanente y Pulsador de alarma

Velad por nosotros

Final de Carrera y Maceta del Santo Remedio

Velad por nosotros.

(Tras la declaración de intenciones, el oficiante concluye el ilustre acto con estas palabras…)

Habiendo escuchado vuestras sinceras promesas, en atención a las pruebas aportadas y en virtud de los poderes concedidos por los santos cordones de maniobra, en nombre del contrapeso y del motor, de las guías y del operador os reconocemos, por un año más, como colegas, compañeras y compañeros.

¡Que las dichas sean largas y las escaleras cortas!

(Tras las anteriores fórmulas litúrgicas y los brindis reglamentarios puede entonarse, a una o más voces, «Asturias patria querida» o cualquier otro himno inspirado. Tras la celebración es prescriptiva una pausa adecuada antes de conducir o volver al trabajo ordinario)

Somos, un año más, ascensoristas, renovados ascensoristas de guardia a su servicio.

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Preferencias

No la dirección, sino el sentido.
No la horizontal, sino la elevación;
no el suelo, sino la altura.
No trepar, sino descender.
No hundir, sino levantar…

Ordenar (1ª acepción)

Entre el orden y yo existe una relación dialéctica, o, por andar con menos rodeos, soy desordenado, lo confieso…

Lo esencial en un ascensor

Lo principal en un ascensor no es el color de la cabina, ni el acabado de las puertas, ni la piedra que en el suelo lleve puesta.